Por abrir un océano de oportunidades para conocerme

Terminal de cruceros

Desembarcar en el lujo

Soy Málaga y me siento culpable de que navegues en un destino de placer. Y de que atravieses mares de emociones en los cruceros más lujosos del mundo. De que te amarres a mí, con mi gastronomía única, con el lujo de un sol de más de 300 días al año, con mis puertas abiertas para que disfrutes como nunca lo has hecho. Culpable también de que puedas llevarme contigo gracias a una experiencia de compra inigualable. Y de los atardeceres en las terrazas con vistas. Y de mis monumentos, que se quedarán en tu memoria. Culpable, en definitiva, de que antes de soltar amarras, ya quieras volver a visitarme.