Una sensación en cada metro cuadrado
Soy Málaga y me siento culpable de sorprenderte con un mar cálido, que te abraza. De emocionarte ante un cante, un baile, el flamenco que viaja por tus venas. De que se te erice la piel ante la monumentalidad de mi Catedral, mi Teatro Romano, un museo… y otro... Culpable de recorrer tu paladar con sabores increíbles. De poder apreciar la artesanía en un pequeño taller. De un brindis en una terraza con vistas. Y de hacerte sentir que soy mucho más que un destino. Soy un viaje para tus sentidos. Si se trata de todo esto, por supuesto que me siento culpable.
Confesiones de una ciudad
Soy Málaga y me siento culpable. Lo confieso.
He sido yo, la que te ha llamado sin llamarte.
La que te ha tentado sin tentarte. La que, sin que te dieras cuenta, te ha atrapado entre sus paisajes, entre su gente, entre su forma de vivir.
Me siento culpable por…