
Una sensación en cada metro cuadrado
Soy Málaga y me siento culpable de sorprenderte con un mar cálido, que te abraza. De emocionarte ante un cante, un baile, el flamenco que viaja por tus venas. De que se te erice la piel ante la monumentalidad de mi Catedral, mi Teatro Romano, un museo… y otro... Culpable de recorrer tu paladar con sabores increíbles. De poder apreciar la artesanía en un pequeño taller. De un brindis en una terraza con vistas. Y de hacerte sentir que soy mucho más que un destino. Soy un viaje para tus sentidos. Si se trata de todo esto, por supuesto que me siento culpable.
Confesiones de una ciudad
Soy Málaga y me siento culpable. Lo confieso.
He sido yo, la que te ha llamado sin llamarte.
La que te ha tentado sin tentarte. La que, sin que te dieras cuenta, te ha atrapado entre sus paisajes, entre su gente, entre su forma de vivir.
Me siento culpable por…


Por hacerte vivir momentos inolvidables en familia
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Por hacerte revivir la pasión
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Por hacerte saborear una gastronomía con alma
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Por hacerte creer de nuevo en la magia
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Por enriquecer tu memoria con momentos que perduran para siempre
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Por llenar tus pulmones del aire más puro
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Por enseñarte a que sin buscar puedes encontrarte a ti mismo
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Por despertar tus sentidos con experiencias inimaginables
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Por llevarte a navegar por un mar de sensaciones sin explorar
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Por desvelar que tu lugar soñado existe
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Por ver nacer a uno de los más grandes artistas de la historia
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Por abrir un océano de oportunidades para conocerme
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Por convertir cada escapada en un momento único
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